Si un cliente no acepta su pedido, asegúrate de que has combinado los ingredientes correctos. Es posible que se te haya olvidado añadir algo o que hayas puesto algo en el plato que el cliente no había pedido, por ejemplo.

Descríbeles el problema y proporciónales una dirección de correo electrónico para que puedan contactar contigo (esto último es opcional).